Desarrollamos la comunicación simbólica que se sostiene con una inteligencia arquetípica. 

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Este desenvolvimiento vive y siente en otras dimensiones y espacios cuánticos.

El contacto con la vida que habita en los paisajes extendidos del universo, en sus múltiples dimensiones, nos lleva a un entendimiento amplificado de la existencia.  

 

Se despliega en incontables formas. Existen momentos de interacción con éstas inteligencias, que se moldean conforme a nuestro propio entendimiento ; están ligados a nuestro proceso evolutivo.

Los arquetipos sembrados en la conciencia colectiva humana, se introducen de maneras variadas e impredecibles. Algunos nos informan y nutren de novedad ancestral.

 

En esta etapa, invocamos las enseñanzas de la Mujer Salvaje y su danza cíclica.